INTERLUDIO 3: FARDOS. PIPO HERNÁNDEZ RIVERO.
‘Fardos propone casi la apariencia de una sala de paquetería o de aduanas. Con envoltorios listos para embarcar, en un in-pass que parece condenarlos a un eterno estado de tránsito. Una paradoja útil si se tiene en cuenta que Interludios constituye un valioso proyecto relámpago. Pretendo un clima de intensa espera ya que Fardos reflexiona sobre el Punto muerto precisamente en el mínimo punto muerto que invita a habitar Interludios. Bultos hechos casi a la manera de balsas improvisadas. ‘Apaña con lo que tengas’ parecía promover Reinhard Mucha. Quizás yo también espero volver a poner sobre la mesa El problema del fondo y la forma en la arquitectura del barroco; o quizás solo habré tratado de que en el camión las cosas quepan, vayan y vuelvan razonablemente seguras y que en la sala, las piezas no caigan más abajo del suelo. En cualquier caso, los fardos contienen su plan, ejercitan su estática tabla de belleza. Se configuran a medio camino del kit de supervivencia, de las micro-narrativas en aprietos o de balas de Estilo a la espera del despliegue de sus variables. Sabemos que la belleza según los conservadores no solo tiene que ser darwiniana (la belleza como apariencia de los mejor adaptados), también – y por ello, en términos de la cultura del sadomasoquismo hedonista que nos asiste – debe ser gimnástica. ’Art has to fit’ podría susurrarnos ahora Roger Scruton. Si alguien quiere considerar Fardos una exposición resueltamente conservadora, adelante. Al fin y al cabo esos fardos habitarán la tercera edición de Interludios y este proyecto solo persigue conservar su breve lapso de tiempo en forma.’
Pipo Hernández Rivero
INAUGURACIÓN 09 JUN, a partir de las 12.00h
–
‘Fardos offers the appearance of almost a parcel or customs hall. With packaging ready to ship, in an in-pass that seems to condemn them to an eternal territory of transit. A useful paradox if you remember that Interludios is a valuable flash project. I pretend a climate of intense waiting as Fardos [bundles] reflects on the Deadlock, in the minimum deadlock that invites us to inhabit Interludios. Bulks made almost in the manner of makeshift rafts. ‘Rig with whatever you have’ seemed to promote Reinhard Mucha. Perhaps I too hope to put back on the table The problem of the background and the form in the architecture of Baroque. Maybe I have just tried to make sure that things fit in the truck, come and go reasonably safely and that in the room the pieces do not fall below the ground. In any case, the bundles exercise their beauty table, they contain their plan. They are configured halfway through the survival kit, the micro-narratives in distress or the bullets of Style awaiting the deployment of their variables. We know that beauty according to conservatives not only has to be Darwinian (beauty as the appearance of the best adapted), but also – and therefore, in terms of the culture of hedonistic masochism that assists us – it should be gymnastic. ‘Art has to fit’ Roger Scruton could whisper to us now. If anyone wants to consider Fardos a resolutely conservative exhibition, go ahead. After all, Fardos inhabits the third edition of Interludios and the later only seeks to keep its brief span of time in shape.’
Pipo Hernández Rivero
OPENING JUN 09, starting at noon.