Jordi Alcaraz. Cosas elementales.
El discurso de Alcaraz parte de la tradición clásica de la pintura y la escultura para llegar a una reflexión acerca del volumen, el lenguaje y el tiempo a través del uso de materiales, como el agua, el vidrio, los espejos, los reflejos, o los libros que incluyen esta idea.
En su lenguaje artístico predomina la transgresión visual, el juego de diversas miradas y la conjugación de transparencias y agujeros que permiten entrever espacios ocultos, mágicos. Así Jordi Alcaraz va estableciendo, a través de sus obras, una relación inédita, sorprendente y metafórica con el mundo.
Esculturas, pinturas y dibujos, siempre a través de su peculiar tratamiento de los materiales, y sus juegos poéticos de palabras y títulos inesperados. Juegos de bolsas de pigmentos que se hunden en superficies de cristal, mostrando poéticamente el inicio de la pintura, esculturas de madera, que atraviesan la urna de metacrilato en la que se encuentran, pasando de la oscuridad de la noche, a la luz del día, colores que huyen de sus botes a través de agujeros imaginarios, retratos imposibles.
Debido a su obsesión por el oficio del arte, en sus últimas obras profundiza en la exploración, casi obsesiva, del trabajo del artista: dibujar, esculpir, pintar…, centrándose en mayor medida en el ejercicio del hacer, y no en la obra como fin de dicha acción. Como resultado, aparecen obras en las que la ausencia es más importante que la evidencia La ausencia de casi todo, el protagonismo de la desaparición de la obra, la permanencia de la acción. Lo que importa es la sensación de dibujar, lo que hay en el preciso momento antes de hacerlo, la impresión al terminar, pero no la obra en sí, no el dibujo resultante. No hay imagen ni referencia a idea alguna, el artista dibuja pero no queda dibujo. Podemos ver el espacio que ha quedado, el rastro del material utilizado, pero la ausencia de cualquier otra cosa es casi absoluta.
Jordi Alcaraz rompe el material de diversas maneras, todo resulta menos evocador, y más punzante. Capas de materiales se superponen como escudos de protección, y van construyendo diversas y más complejas capas de significados.
Sus obras se encuentran en colecciones como Biedermann Museum, Donaueschingen (Alemania), Colección Fontanal Cisneros, Miami, Williams Collection, Massachusetts, Olor visual.